Bitácora del Internetófilo. Día 28 y Epílogo.

Día 28:

Al despertarme me he dado cuenta de que ayer no cené, de manera que lo primero que he hecho ha sido coger mis pocas pertenencias y salir a desayunar algo. Shadow me estaba esperando a la salida. En su coche. Me he montado.
Seguir leyendo «Bitácora del Internetófilo. Día 28 y Epílogo.»

Bitácora del Internetófilo. Día 27

Me he levantado a las cinco de la mañana y he salido en silencio de casa antes de las seis. En lugar de chillar que me iba me he limitado a dejar una nota, prefería evitar tener que volver a correr para escapar de mi padre. No es una experiencia recomendable.
Seguir leyendo «Bitácora del Internetófilo. Día 27»

Bitácora del Internetófilo. Días 25 y 26

Día 25:

Parece ser que ayer, al final, terminamos durmiendo en la calle y, según Laura, fue porque me quedé inconsciente babeando sobre mi cuaderno en un banco de la calle. Al cabo de unos minutos de bronca hemos empezado a coger nuestro equipaje de mano y dirigirnos al aeropuerto.
Seguir leyendo «Bitácora del Internetófilo. Días 25 y 26»

Bitácora del Internetófilo. Día 24

Nos hemos despertado a una hora razonable e, inmediatamente, nos hemos empezado a preparar para nuestra visita a Sealand. Hemos recogido la habitación y, mientras Laura se terminaba de preparar yo he calculado que las probabilidades de que volviese al motel donde hemos pasado la noche eran nulas, de modo que les he vaciado el mini-bar. Hemos salido, debido a mi pequeña incursión, justo después de que pasase el servicio de habitaciones, alegando que el baño debía airearse (que no era mentira, después de la ducha de Laura la cantidad de vapor que había hacía que pareciese un decorado de peli de serie B)
Seguir leyendo «Bitácora del Internetófilo. Día 24»

Bitácora del Internetófilo. Día 23

Hoy hemos dormido hasta tarde. Al levantarnos hemos ido al aeropuerto internacional a pedir billetes para el norte de Reino Unido. Nuestro vuelo ha salido por la tarde noche, de manera que hemos pasado el día visitando Moscú y disfrutando de las vistas. Es una pena que no pueda añadir a este diario mis fotos con los guardias que me han echado de la tumba de Lenin. Eran muy majos, decían que he sido algo irrespetuoso, pero que nunca habían visto a nadie con tantas agallas como yo. Laura lo ha visto como algo malo, pero no me explico el porqué, después de todo no me han detenido ni nada.
Seguir leyendo «Bitácora del Internetófilo. Día 23»

Bítacora del Internetófilo. Día 22

Me he levantado a las siete de la mañana, mientras Laura seguía durmiendo. Me he despedido de ella con una nota y me he dirigido a la estación de autobuses. He intentado comprar el billete más barato para Fryazino, pero, de alguna manera, sé que el taquillero me ha estafado. Seguir leyendo «Bítacora del Internetófilo. Día 22»

Bitácora del Internetófilo. Día 21, Parte I:

No sé a qué hora hemos llegado, pero era de noche. Es algo muy molesto, porque no sé si hemos llegado muy tarde o muy temprano y, a todo al que preguntábamos, nos vomitaba encima, lo que tampoco servía para aclarar nada (salvo la clase de bebidas alcohólicas que se consumen aquí). Debido a la fecha a la que estamos es implanteable dormir en la calle si no queremos perder los dedos y morir de hipotermia.
Seguir leyendo «Bitácora del Internetófilo. Día 21, Parte I:»

Bitácora del internetófilo. Día 20

El tren va a tardar, al parecer, más de un día en llegar (eso me ha dicho el revisor) y tampoco es que Laura o yo estemos en condiciones para investigar nada más emocionante que el vagón restaurante, de manera que hoy vamos a dormir hasta que lleguemos a Moscú. También me estoy quedando sin papel, así que no se podrá hacer gran cosa hasta que me compre otro salvo dibujar.
Seguir leyendo «Bitácora del internetófilo. Día 20»

Bitácora del Internetófilo. Día 19

Hoy no he dormido demasiado, más bien al contrario. Después de cenar me fui a la habitación donde me quedé leyendo «Rx» en el baño (Laura quería dormir, de modo que me echó a patadas de la habitación) Al cabo de un par de horas me tumbé en la cama, pensando que podría dormir.
Seguir leyendo «Bitácora del Internetófilo. Día 19»