Bitácora del Internetófilo. Día 15

Nada más despertarme he ido al cuarto de baño. Me ha recibido un chillido que podría haber reventado los cristales de mis gafas de haberlas llevado puestas. A Laura no le ha gustado mi intrusión (y sospecho que no ha ayudado que entrase en calzoncillos) Afortunadamente sólo ha acertado con uno de los botes de champú que me ha lanzado. El resto han  pasado peligrosamente cerca de mis orejas y se han roto contra la pared opuesta. Seguir leyendo «Bitácora del Internetófilo. Día 15»