Tracer Bullitt, 10 (La Pitillera)

La calle estaba a oscuras pero podía ver el signo del magídromo al final de la manzana. Shazam, se llamaba. No era un nombre muy bueno, pero seguro que hacía que los imbéciles altaneros de la zona levantasen su nariz aún más al reírse.
Seguir leyendo «Tracer Bullitt, 10 (La Pitillera)»