–¿Qué tal? –murmuró Suzette mientras yo me ponía el pijama y me sentaba a su lado.
–Cansado. Muy cansado.
Seguir leyendo «Vigilancia, epílogo»
–¿Qué tal? –murmuró Suzette mientras yo me ponía el pijama y me sentaba a su lado.
–Cansado. Muy cansado.
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Disparé rápidamente tres veces, colocando una bala en la mano de cada uno de los asaltantes.
Salté desde la pasarela mientras dejaba el bloque del motor como un colador al caer.
Seguir leyendo «Vigilancia, parte 23»
Mientras subía por las escaleras, a lo lejos, se podía oír a un grupo de marineros quejarse de que su barco iba a la deriva.
Seguir leyendo «Vigilancia, parte 22»