Bitácora del Internetófilo. Día 18

Me he despertado relativamente tarde, a eso de las nueve, lo que no sé es para qué país en concreto eran las nueve. Según el reloj del hotel eran las once y media de la mañana. Me he levantado tres cuartos de hora más tarde. He entrado en el baño sin miedo (Laura seguía dormida) y me he acicalado lo mejor que he podido.
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Rotting Corpse III

Mi cuerpo llegó, no a mi sorpresa, muerto al hospital. Vi cómo los médicos intentaban sacarme del sueño eterno, cómo mi cuerpo convulsionaba al sufrir las descargas de los desfibriladores. Las enfermeras corrían a mi alrededor, siguiendo las órdenes de los médicos.
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Grand City V

Louis se despertó algo más descansado. La ropa que se había puesto esa mañana estaba completamente arrugada. Se levantó de la cama. Intentó encender la lámpara que normalmente estaba apoyada en su mesilla de noche. No estaba ahí. Estaba en el suelo. El cristal, roto en miles de esquirlas, cubría toda la superficie de su habitación. Se calzó y salió de su casa, ya recogería después.
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Grand City IV

Los hombres estaban sentados alrededor de una mesita de café, hablando de asuntos de política y economía como si se tratase del tiempo, algo que no les afectaba siempre y cuando estuviesen cobijados bajo un techo amigo. Cuando todos estaban cómodos en sus respectivos sillones entró una de las muchísimas camareras que se encargaban de mantener la mansión en orden.
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Excusas.

Se acercan tiempos oscuros, coloquialmente llamados finales, de manera que las publicaciones van a ser aún más irregulares que de costumbre.

Antes del mes de julio, posiblemente, solamente publique dos entradas, pero ni siquiera esas son seguras